Diana Heil nace en Alemania se forma en geografía y pedagogía del arte en la universidad Johann Wolfgang Goethe en Fráncfort del Meno. Realiza sus primeras exposiciones de fotografía y de escultura de hierro.

En 1995 termina la universidad y sigue su llamada intuitiva a trabajar en y con la naturaleza comenzando como guía turística para viajes de estudios con enfoque en senderismo en Andalucía.

 

Posteriormente se instala en Castellar de la Frontera en 1997 

Inspirada por la increible diversidad del entorno natural, comienza su trabajo con hallazgos, una característica que se mantiene hasta hoy en día. En busca de rastros, Diana deambula durante horas por los bellos y vastos paisajes andaluces, que albergan rarezas botánicas, tesoros naturales y bosques místicos.

Siguieron exposiciones de esculturas y móviles en galerías de Andalucía y Cataluña.

 

A partir 1999 pasó muchos años junto a su esposo como activista medioambiental. Como parte de la educación ambiental impatió sus primeros cursos de LandArt, que tienen como objetivo una ocupación artística y lúdica del paisaje y sus elementos.

 

Desde la década 2000 en adelante, el aspecto ambientalmente crítico de su trabajo se volvió cada vez mas importante. Así se crearon las primeras obras que abordaron la seca del alcornocal, los residuos de plásticos como también las redes de fantasma en el mar.

 

En 2006 se instala en Tarifa, atraida por el mar y por lo que este le traía.

 

Desde 2008 dirige viajes de trekking en Sierra Nevada.

 

En 2014 empezó a diseñar su propio concepto de viajes sostenibles, que se centran en la conexión entre la naturaleza y el arte.

- ¨Quería brindarle a la gente una experienica en la que pudieran despertar su creatividad a través de la naturaleza.

En torno a un tema concreto trabajamos  con los elementos que encontramos en el entorno. Intervenciones sobre el medio no intrusivas, respetuosas y siempre de carácter efímero¨-.

 

Actualmente vive en La Peña con su hija, trabajando como artista visual free-lance, acompañando excursiones y realizando sus viajes LandArt.

 

Los materiales de trabajo que forman parte de la obra de Diana Heil son formados por viento, agua, y sol; Los encuentra durante sus caminatas por paisajes tan diversos como sus hallazgos, cuales van desde lo cotidiano a lo extraordinario.

Luego los traduce a su propio orden, a su lenguaje artístico. Así la individualidad de todos los componentes se vuelve clara. La transformación de lo aparentemente conocido en una nueva forma crea objetos que aparecen extrañas y familiares al mismo tiempo. Los elementos estan sacados de su continente para ubicarlos en otro contenido. Compuestos sin regla alguna, dando alas a la interpretación y pico a las formas.

Esas caminatas son la base de su inspiración. Una suerte de recolección ancestral que la conecta con la naturaleza.

Durante su trabajo, Diana intenta comprender la naturaleza (la cual ama y defiende en plan personal y colectivo), reconocer reglas, leyes y representarlas, como la evanescencia y la descomposición. De esta manera, le da a lo decaido y a lo casi insignificante en su frágil equilibrio una nueva forma y por lo tanto una nueva escencia.

 

Algunos de sus temas lidian aspectos ambientales críticos otras obras, como por ejemplo sus figuras “avimorfas” estan recordando tal vez a seres sacados de fábulas  con fuerzas chamánicas, que transmiten ciertos sentimentos como reflexiones del subconsciente humano.

La utilización de cráneos y huesos es algo típico en su obra compositiva.

 

En sus moviles, los elementos los asocia de manera que forman contrastes y tensiones entre si: la solidez de la madera y el carácter protector de la concha se conectan con la suavidez y lo liviano de las plumas, la piedra, guardian de los testimonios de la infinidad, unidos a materia vegetal efímera.

A la vez están dialogando entre ellos, un juego de formas y colores, que baila al compás de las brisas.

La estructura de su montaje y la conectividad los saca de su singularidad y los ubica en otro contexto. Se crea un conjunto en el que cada individualidad forma parte del equilibrio del móvil.

Con su suave balanceo del viento, las distintas partes se mueven, buscando camino a su libre albedrío, transmitiendo sentimentos de armonía y relajación...dando alas a los sueños.